Diferencia entre estar triste y estar deprimido
¿Por qué me parece interesante hacer esta diferenciación? Por que muchas veces se confunden ambos términos y por eso quiero explicarte, de forma clara y cercana, cómo diferenciar entre tristeza y depresión porque tienen matices importantes y entenderlas te ayudará a cuidar de ti.
Por una parte, la tristeza es una emoción completamente natural. Aparece cuando atravesamos una situación que es dolorosa para nosotros. Es incómoda, sí, pero también tiene una función que es ayudarnos a procesar lo que estamos viviendo.
Cuando estás triste:
- Normalmente hay un motivo claro, algo que te hace sentir así.
- Aunque la tristeza pueda durar unos días, tiende a disminuir con el tiempo.
- Puedes tener momentos de calma o incluso de alegría entre todo el malestar.
- La tristeza no suele desconectarte de los demás; al contrario, a veces buscas apoyo en ellos.
Es una emoción pasajera, aunque a veces se haga pesada. Y lo más importante: la tristeza es un proceso, no un problema.
En cambio la depresión es diferente. No es una emoción, es un trastorno que afecta al cómo piensas, sientes y actúas. En muchas ocasiones me ocurre que hay pacientes que no saben o identifican una causa clara y además no desaparece por sí sola.
Si es depresión, puedes notar cosas como:
- Sensación de vacío o desesperanza que no mejora con los días.
- Falta de ganas de hacer cosas que antes te gustaban.
- Cambios en tu cuerpo: duermes mucho o apenas puedes dormir, comes más o menos de lo habitual.
- Te sientes agotado/a constantemente, aunque descanses.
- Tiendes a aislarte, te cuesta conectar con los demás o incluso contigo mismo/a.
- A veces aparecen pensamientos negativos constantes, incluso sobre la muerte o hacerte daño.
La depresión es algo serio, pero también tiene tratamiento. Lo importante es reconocer que no estás solo/a y que puedes salir de ahí.
Si crees que puedes estar deprimido/a, da el primer paso y habla con alguien que pueda ayudarte, ya sea un amigo, un familiar o un profesional. Buscar ayuda no te hace débil, al contrario, es un acto de valentía que puede ayudarte a seguir adelante.