Dificultades para dormir derivadas de la ansiedad

La ansiedad puede tener un impacto significativo en la calidad de nuestro sueño por diferentes razones. Muchos pacientes que presentan ansiedad reconocen también que la calidad de su sueño está afectando también al desarrollo de su día a día, y el descanso es fundamental para abordar el trabajo de mejora. 

Por ejemplo, es muy habitual que vaya acompañada de una rumiación mental constante y preocupaciones persistentes, y esta actividad cognitiva intensa dificulta la relajación necesaria para conciliar el sueño, ya que nuestra mente se encuentra en un estado de alerta. 

Estas dificultades para conciliar el sueño pueden dar lugar a alteraciones en algunos patrones que nos impiden descansar como despertares frecuentes durante la noche o despertares tempranos por la mañana. Esta interrupción del sueño contribuye a un ciclo de insomnio aumentando aún más los niveles de ansiedad y dificultando la conciliación del sueño en noches sucesivas.

Además, la ansiedad tiende a centrarse en preocupaciones presentes o futuras, lo que resulta en una preocupación constante y una anticipación negativa. Esta preocupación persistente puede interferir con el proceso de conciliación del sueño, ya que nuestra mente está ocupada elaborando escenarios negativos en lugar de relajarse.

Para contrarrestar los efectos negativos de la ansiedad en el sueño, es fundamental implementar estrategias que promuevan un descanso óptimo. Incorporar técnicas de relajación, mantener un horario regular de sueño, crear un entorno propicio para el descanso, limitar la estimulación antes de acostarse y buscar apoyo profesional en casos de ansiedad crónica.