¿Qué es la terapia cognitivo - conductual?

La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) se centra en ayudar a las personas a comprender y cambiar sus patrones de pensamiento y comportamiento.

La TCC parte de la premisa de que nuestros pensamientos, emociones y comportamientos están interconectados. Los terapeutas trabajamos con los pacientes para identificar pensamientos negativos o irracionales que puedan estar contribuyendo a problemas emocionales o conductuales. Comprender esta conexión es esencial para el proceso terapéutico.

Durante la terapia, se establecen metas claras y tangibles. Los terapeutas y pacientes trabajamos juntos para identificar los problemas específicos que desean abordar y desarrollan estrategias para alcanzar esos objetivos. Esto proporciona una estructura efectiva para el tratamiento.

Un aspecto central de la TCC es la reestructuración cognitiva. Esto implica identificar y cambiar pensamientos negativos o distorsionados. Los terapeutas enseñamos a los pacientes a desafiar creencias negativas y a desarrollar pensamientos más realistas y adaptativos.

La TCC también se enfoca en cambiar patrones de comportamiento. Los pacientes aprenden a enfrentar sus temores o preocupaciones de manera gradual y controlada, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad o la evitación de situaciones problemáticas

Una de las ventajas de la TCC es que proporciona a los pacientes herramientas prácticas que pueden aplicar en su vida diaria. Esto incluye habilidades de afrontamiento, técnicas de relajación y estrategias para resolver problemas, lo que les permite enfrentar desafíos de manera más efectiva incluso después de finalizada la terapia.